Basada en la novela de Holly Jackson, la primera de una exitosa trilogía que se ha hecho popular entre adolescentes y jóvenes gracias al fenómeno booktok, Asesinato para principiantes es una miniserie de 6 capítulos dirigida por Dolly Wells con Tom Vaughan y disponible en Netflix. Ambientada en un pintoresco pueblo ficticio inglés donde todo el mundo se conoce y convive pacíficamente, esta es una serie de misterio para jóvenes que, por el carácter de la protagonista y el ambiente familiar y amenazador de la pequeña ciudad, recuerda un poco a Veronica Mars y otro poco a Twin Peaks, pero que también remite sin duda a la primera temporada del podcast Serial, donde la periodista estadounidense Sarah Koenig investiga un caso de asesinato lleno de fallos.
De hecho, el centro de la narración reside en la investigación de la estudiante Pip Fitz-Amobi (Emma Myers, más conocida por su papel de Enid Sinclair en la serie de televisión Wednesday), una adolescente en su último año de instituto que decide dedicar su EPQ (un ensayo crucial para entrar en prestigiosas universidades) a Andie Bell, la «niña buena» que había desaparecido cinco años antes, arrojando nueva luz sobre un caso cerrado hacía tiempo. El cuerpo de Andy nunca lo encontraron, pero la culpa del asesinato recayó inmediatamente en su novio Sal, de origen indio, que murió por suicidio tras confesar.
A través de una narrativa dirigida sobre todo a un público joven, siempre atraído por las historias en las que se mezclan los elementos típicos del género adolescente -la escuela, la amistad, los sentimientos- con los del género thriller, la primera temporada se desarrolla en torno a este misterio con la protagonista lidiando con la oposición de algunos habitantes del pueblo, las preocupaciones de sus familiares, los consejos de los amigos e incluso las misteriosas amenazas de un desconocido que la invita a no seguir con la investigación. Impulsada por un sentimiento personal de culpa y por un idealismo muy arraigado, Pip sigue husmeando en el asunto que ha destrozado la armoniosa tranquilidad provinciana de Little Kilton en busca de la verdad, apoyada también por Ravi, el hermano de Sal, que espera, en cambio, limpiar el nombre de su hermano y el de su familia.
El primer consejo antes de ver Asesinato para principiantes es suspender el juicio para darse el gusto de ver un misterio de asesinato sin muchas pretensiones protagonizado por una adolescente testaruda que es capaz de llegar donde la policía ha fracasado.
Pip Fitz-Amobi, seria y obediente, tiene una madre y un padrastro cariñosos, está rodeada de buenos amigos, vive en un pueblo idílico, es una estudiante brillante y sueña con ir a Cambridge.
Su curiosidad por la desaparición de Andy pronto reabre heridas que aún no han cicatrizado y despierta el malestar de varios vecinos. Muchos le preguntan, incluso directamente, por qué debe meter el pico en un asunto del que ya no quieren hablar. Pero Pip, tenaz e incluso un poco narcisista, no se deja desmoralizar y persigue sus objetivos, metiéndose en líos y siguiendo caminos a menudo peligrosos, sin importarle las consecuencias.
La investigación saca a la luz detalles cada vez más inquietantes, revelando la verdadera naturaleza tras la máscara de adolescentes y adultos muy negativos -amigos poco fiables, modelos de conducta inadecuados, policías manipuladores y buenas chicas con secretos inconfesables-, generando en la protagonista la amarga constatación de que incluso las personas más insospechadas esconden a menudo lados oscuros. Pip, al principio tan crítica y directa, se encuentra poco preparada para manejar las fuertes emociones que le provocan sus descubrimientos, sobre todo cuando corren el riesgo de causar dolor a los que más quiere, como en el caso de su mejor amiga Cara.
Cuando van pasando los capítulos, la serie se convierte más en un coming of age, un viaje de maduración que le proporciona una mayor conciencia del mundo que la rodea, hecho de lazos familiares, amistades, primeros amores, continuos misterios y suficientes giros escénicos que permiten dar profundidad a personajes e historias. Ante verdades cada vez más desconcertantes, Pip no tarda en darse cuenta de que todo el mundo oculta algo y de que cada gesto, omisión o mentira ha contribuido a aumentar la tragedia en el pequeño pueblo.
Aunque carece de la profundidad narrativa y la tensión emocional que podrían haberla hecho memorable, esta historia de fuerte sabor británico avanza rápidamente -quizá demasiado- hacia el final, con la clara intención de entretener. Aún así, presenta varios puntos para la reflexión: el tema universal del bien y el mal, las consecuencias de nuestras elecciones, las debilidades y limitaciones de una humanidad controvertida y respetable contrarrestadas por valores sólidos como los de una familia presente, los amigos verdaderos y el amor limpio, al final una elección no tan obvia en un producto para teen agers. Los caminos de todos los personajes se entrecruzan y enlazan con temas como la discriminación racial y social, la necesidad de control y posesión, los sentimientos, el abuso de alcohol y drogas y la violencia sexual. Temas todos ellos que la serie difunde a través de una narrativa medianamente bien construida, pero sin llegar nunca a elementos excesivamente desconcertantes. Y esto también no es tan frecuente.
Marianna Ninni
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