RECOMENDADA POR ORIENTASERIE
Alexa Mendoza es una quinceañera, valiente y con mucho arrojo, que lleva mucho tiempo luchando contra el cáncer, sometiéndose regularmente a ciclos de quimioterapia. Katie Cooper, más tímida y dulce, es su mejor amiga y nunca la deja sola, especialmente en los momentos más delicados de su enfermedad. A un paso de empezar el instituto, las dos están muy emocionadas y juntas proyectan el primer día de clase para que sea perfecto hasta en el más mínimo detalle. Decidida a alcanzar todas las metas que siempre se había propuesto, las ilusiones de Alexa se ven truncadas cuando se encuentra con un puñado de pelo en la mano, signo tangible de una enfermedad que se manifiesta de manera evidente, incluso a nivel estético.
La conciencia de que el primer año de instituto, así como los que vendrán, no serán como ella esperaba, el miedo a ser tratada de forma diferente, las necesarias renuncias impuestas por el cáncer -las pruebas de baloncesto, las clases presenciales, el baile de graduación- la empujan a menudo a encerrarse en sí misma, buscando refugio entre las cuatro tranquilizadoras paredes de su habitación. Pero el optimismo de Katie, siempre dispuesta a apoyarla, la presencia de una familia sólida y la cercanía de Julie y Jack, la madre y el hermano pequeño de Katie, son su impulso para no rendirse. Con el paso de los meses, Alexa y Katie acaban el primer año de instituto y empiezan el segundo, superando juntas las situaciones típicas de su edad: victorias y derrotas, decepciones, primeros amores, sueños y deseos.
Dividida en cuatro partes, la serie trata todo tipo de temas relacionados con la etapa adolescente, y por elección, con un tono no demasiado serio. No es de extrañar que la dirección haya optado por la clásica comedia de situación dirigida a una audiencia joven donde quizá sea más fácil la comprensión de un tema difícil como es el cáncer entre los adolescentes. Aun estando siempre presente en la serie la enfermedad, la historia permite contar el crecimiento de las dos chicas, transmitiendo un mensaje positivo y haciendo de la serie un producto apto para ver en familia.
Sería reduccionista describir Alexa & Katie como una serie en la que sólo se habla de cáncer. Ciertamente, la enfermedad está presente y afecta a buena parte de los diálogos y comportamientos de cada uno de los personajes, pero la historia de estas dos chicas está llena de matices de una época que no es fácil, donde Alexa y Katie representan dos adolescentes normales cada una con sus propios sueños y deseos.
Alexa tiene un carácter fuerte y apenas soporta las rígidas normas impuestas por la familia. No puede aceptar que la enfermedad condicione los diferentes aspectos de su existencia, como la imposibilidad de hacer deporte por ejemplo, y trata de tener un control absoluto sobre todo, mostrando a menudo una actitud insolente hacia la propia enfermedad. La ostentosa confianza en sí misma encubre en realidad el profundo miedo a ser tratada por amigos y familiares sólo como la «chica con cáncer». Un miedo legítimo que a menudo se convierte en el tema central de varias historias del episodio. Acompañándola en su viaje está Katie, una adolescente con un alma más racional, que siempre está ahí para ayudarla, pero que al mismo tiempo tiene que enfrentarse a sus problemas, sus inseguridades y sus sueños. Alrededor de las dos chicas hay de todo: la familia de Alexa, con una madre demasiado ansiosa; un padre tan torpe que incluso es poco delicado; un hermano exagerado pero lleno de admiración, y la familia de Katie, con una madre soltera y trabajadora y un hermano pequeño torpe. No faltan los amigos, los primeros amores e incluso los enemigos, todos ellos personajes entrañables y creíbles tanto en sus puntos fuertes como en sus debilidades más humanas…
Mientras que Alexa es una fuente de inspiración por su forma de luchar contra la enfermedad, Katie es un modelo al que aspirar, una adolescente altruista, dispuesta a asumir el sufrimiento y las luchas de su amiga.
La serie, que podría resultar para algunos demasiado banal por la simplicidad de la historia -concebida por Heather Wordham-; por la caracterización estereotipada de sus personajes; por el previsible desarrollo narrativo de las principales líneas argumentales o el uso de un humor poco agudo, es en realidad un producto que en ningún momento opta por el pietismo fácil ni recurre a los aspectos más crudos y oscuros de la enfermedad para entretener, prefiriendo, por el contrario, apoyarse en la ironía y la fuerza de estos dos personajes para hablar de todos los temas esenciales en la época de la adolescencia: el estudio, las emociones y las decepciones del corazón, los deseos, la competencia con los compañeros, llegando incluso a los celos hacia los nuevos amigos o el miedo a ser sustituido. La narración y las situaciones cómicas subrayan la importancia y la profundidad de temas como el sacrificio y la renuncia o el poder de la solidaridad e invitan a buscar siempre la verdadera amistad y a dejarse abrazar por el amor incondicional de la familia, transmitiendo un hermoso mensaje de confianza en la humanidad y de esperanza en el futuro. Al final de todo, se conserva la emoción de una historia que quiere hablar del amor y de la amistad, así como queda bien tallada ante los ojos la imagen de esas dos amigas, ahora crecidas y maduras, pero siempre dispuestas a dejarse acoger por la fuerte rama del gran árbol que une las dos ventanas de sus habitaciones para compartir dudas y esperanzas y afrontar juntas cualquier incertidumbre futura.
Marianna Ninni
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