ACONSEJADO POR ORIENTASERIE
Lupin es, sin duda,un nombre que suena familiar a la mayor parte del público: los franceses (y los lectores más ávidos) pensarán muy probablemente en las novelas escritas por Maurice Leblanc a principios del siglo XX, mientras que al resto del mundo probablemente le recordará más a las numerosas adaptaciones que se han realizado, como el famosísimo manga Lupin III, entre otros. Pero unos y otros se han quedado boquiabiertos al verlo asociado a la cara tan conocida de Omar Sy, actor senegalés que fascinó al mundo con su película “Intocable”.
De hecho, Netflix ha querido adaptar el personaje, no tanto en cuanto a la forma pero sí en cuanto al espíritu, en la historia de Assane Diop. Hijo de un inmigrante acusado de robo a una rica familia para la que trabajaba, Assane se engancha a la novela de Lupin como al último recuerdo de su padre, y acaba por identificarse con él imitando sus proezas sobre todo cuando, con una distancia de veinticinco años, se le presenta la oportunidad de vengarse.
Sin tratarse de un producto con un particular fin educativo, Lupin es una serie para el entretenimiento de toda la familia, que tiene como protagonista al ladrón gentleman que ha hecho soñar ya a varias generaciones y que ahora es representado en clave moderna. Las escenas de acción están a la altura de las series americanas, pero no es tanto el lado policiaco (bastante predecible en realidad) lo que hace que valga la pena ver la serie, sino el descubrimiento gradual de un personaje siempre a caballo entre lo literario y lo real, entre un corazón cálido y una mente calculadora, tan torpe con su familia como descarado con sus enemigos.
Lupin es una adaptación atípica, que trae a la actualidad al protagonista de un clásico de la literatura no de forma directa (como se hizo, por ejemplo, en el caso de Sherlock con Cumberbatch), sino a través de la historia de un nuevo personaje, Assane Diop, que ha construido su identidad a imagen y semejanza de la de Arsène. A pesar del rico juego de referencias y citas literarias, que seguramente hacen pasar un buen rato a los conocedores de las novelas, no existe una identificación total entre los dos personajes, lo que permite incluir temas más actuales en la historia sin tener que forzar la fuente original.
Un ejemplo de ello es el tema de los disfraces. Arsène es un auténtico camaleón, capaz de cambiar de aspecto para interpretar a los más variados personajes. El Assane de Omar Sy tiene un rostro muy reconocible y un volumen imponente, pero juega con el hecho de que a menudo no se mira a la cara a las personas de color, ya sean los limpiadores de la galería del Louvre o un ciclista que pasea por los jardines de Luxemburgo. Su verdadera habilidad, por tanto, no está en el maquillaje ni en el vestuario, sino en su capacidad para cambiar de clase social y poner en escena, cada vez, unos determinados movimientos y un concreto lenguaje.
La idea de interpretar a Lupin parece que vino del mismo Omar Sy, al que la popularidad obtenida por Intocable ha dado un montón de posibilidades de interpretación pero sin haber llegado, hasta ahora, a tener el mismo éxito de hace diez años.
En cualquier caso, la combinación de la quintaesencia del «afrancesamiento» representado por Arsène Lupin con la calidez de la actuación de Omar Sy, realzada muy bien por los numerosos flashbacks y los acontecimientos familiares (Assane tiene una ex mujer y un hijo de catorce años con el que intenta conectar constantemente), resultó ser una elección, como poco, ganadora. Según los pocos datos filtrados por Netflix, parece de hecho que en el primer periodo las visualizaciones han superado a las de Bridgerton y Gambito de Dama, convirtiéndola en una de las series más vistas en todo el mundo.
Desgraciadamente, a causa de la interrupción de las grabaciones debido al Covid, únicamente se ha publicado la mitad de la primera temporada (5 capítulos de un total de 10) haciendo que la serie se interrumpa bruscamente, sin un verdadero final. Esto hace difícil elaborar un juicio sobre toda la serie por lo que habrá que esperar a que se publique la segunda parte.
Sin embargo, para los amantes de las series clásicas y reconfortantes, pocos episodios bastan para engancharse a la serie del ladrón gentleman: “un hombre al que no interesa nada, excepto las cosas importantes. Un hombre que juega, pero que respeta las normas”.
Giulia Cavazza
Temas de discusión: